¿Y si aún estoy luchando?
Hay muchas historias poderosas en la calle sobre hombres y mujeres que Dios ha librado del estilo de vida homosexual. Esto toca el corazón y ciertamente glorifica a Dios cuando vemos a esta gente casarse y llevar vidas consagradas fuera de la homosexualidad, pero con toda honestidad, ¿qué acerca del resto de nosotros que luchamos con este asunto y no hemos llegado a nuestro «final feliz » aún? ¿Qué acerca de aquéllos de nosotros que seguimos luchando con atracción por el mismo sexo (AMS), aún después de haber escogido seguir a Cristo? Caemos en una especie de limbo de identidad, inseguros si podemos o hasta debemos esperar experimentar el deseo heterosexual, casarnos y comenzar una familia algún día.